miércoles, 7 de diciembre de 2016

CASI MELLIZOS: SALIENDO AL CENTRO COMERCIAL

Bueno, para los que no saben como es ser mamá, les cuento un poco, es un desafío maravilloso, desafías tu capacidad de hacer mil cosas a la vez, como alistar a los niños, como darles de comer, como que no se te olvide alistar todo para salir (pañales, pañitos, crema, muda de ropa, tetero, termo para el tetero, cobija, jeje, eso para la que no cargamos mucho). En mi caso se debe multiplicar por dos, aaa y se me olvidaba el coche o paseador y por lo menos un juguete.
Hoy quiero compartirles mi experiencia en un centro comercial, wauuu, mi hijo de 2 años y medio, él ya quiere correr por todo lado; yo lo dejo por aquello que esta en la etapa de que aprende a ser independiente, dejo que corra pero le hago énfasis en que tiene que estar cerca de nosotros, ayer por ejemplo, estaba fascinado con una escalera que habían dejado reposando en un espejo, se imaginaran el pavor que tenía que en cualquier momento él la moviera y el vidrio se rompiera y uno de esos vidrios cortara la cara de mi príncipe, si, todo eso lo vi en un instante!!!! Hasta que Dios escuchó mi clamor y uno de los empleados vino y gloriosamente la quitó, no se imaginan como le di gracias a Dios por ese gesto!!!! Es que imagínense la escena, mi esposo viendo unas billeteras, los hombres pueden hacer una cosa bien pero dos es muy complejo, entonces, yo me quede con la nena en su coche y el príncipe Dom corriendo y yo solo le hablaba y no le quitaba el ojo, que tal que yo fuera nerviosa? creo que el pobre hombre tendría que estar amarrado al coche de su hermana; mientras tanto, en la otra escena, mi princesa de año y medio, queriendo salir también a correr, entonces nos rotamos con el coche, a veces pongo a mi nena también a andar, pero, con ella si estoy aún mas pegada, aunque por fortuna ella no corre tan rápido como el hermano aún!


Lucas 18: 16 dice: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios cuando yo leo esto veo a Dios diciendo que los niños son niños, que deben vivir su niñez; porque este es su tiempo, su tiempo de conocer, su tiempo de explorar, su tiempo de correr, su tiempo de berrinches, así que a disfrutarlo y a reír, aunque a veces por dentro ruegues que nada les pase; para eso tengo un dato bomba...y es dejar a los niños en manos de Dios, orar por ellos sin cansarse porque Dios es el único que con su gran poder nos enseñara a mantener un equilibrio para que ellos gocen y nosotros estemos tranquilos, yo entendí este principio el día que me fue revelado que mis hijos no son mios,  son de Dios; y el es quien sabe como criarlos así que tengo que ir con él para saber como actuar y descansar en que el sí sabe lo que yo no sé.

Las bendigo enormemente.

Miles de Bendiciones.

Lis



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